miércoles, 23 de diciembre de 2009

Los nueve puntos de un gran embuste


Domingo Pérez.


(ABC, 9 de diciembre de 2009)


Frases grandilocuentes para justificar la nueva ley del aborto. Ejercicios de demagogia como ese «busca el equilibrio» tan original de la ministra de Igualdad, pero que invita a reflexionar sobre si cabe mayor desequilibrio que matar al más débil. Otras muchas más falsedades acompañan la defensa del proyecto.


1. EL PROPIO TÍTULO DE LA NUEVA LEY YA MIENTE


El primer gran engaño es el nombre: «Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo». Para Gádor Joya, presidenta de Derecho a Vivir, «incluir el aborto en el contexto de la salud sexual y reproductiva es una aberración, puesto que el aborto es malísimo para la salud de la mujer y deja terribles secuelas físicas como sicológicas».


Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia, alerta, además, de que esta reforma pretende «imponer la ideología de género y la perspectiva de salud sexual y reproductiva en el sistema de educativo y sanitario y a ello dedica sus once primeros capítulos».


Otra falacia que destaca el Real Académico Nacional de Medicina, Julio Cruz Hermida, eminente obstetra y firmante del Manifiesto en defensa de la vida humana: «Interrumpir es dejar de hacer algo que luego se puede retomar, el aborto es definitivo y para siempre. Basta de eufemismo, el aborto es un asesinato sin más».