viernes, 18 de diciembre de 2009

Qué cruz


Ignacio Camacho.
(ABC, 4 de diciembre de 2009)

Como tenemos el sistema educativo más sólido, equilibrado y competente de Europa; el profesorado más motivado, el plan de estudios más riguroso y los alumnos con mayor aprovechamiento; como la enseñanza española es un ejemplar dechado de virtudes académicas y cívicas, el Gobierno ha decidido poner la guinda a tanta perfección añadiendo la imprescindible reforma que faltaba para terminar de iluminar nuestras escuelas con la luz resplandeciente del progreso: retirar los crucifijos de las pocas aulas en que aún queda alguno.


Y ello con la desinteresada colaboración de los independentistas catalanes, enternecedora y súbitamente preocupados por el perfeccionamiento intelectual del país del que se quieren separar.


Estamos salvados: nuestras futuras generaciones quedarán vacunadas contra cualquier veleidad de superchería moral y contarán con un inmaculado aprendizaje en el que ningún fetiche religioso les distraerá de su sagrada dedicación al conocimiento y la ciencia.
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