El virus de la contradicción contamina a todas las ideologías. Pero probablemente ninguno de la virulencia de éste que destroza la credibilidad del feminismo de izquierdas en España y en buena parte de Europa. El virus que reconoce en el burka «una cárcel de tela que estigmatiza a las mujeres», palabras de Leire Pajín, y se niega, sin embargo, a prohibir dicha cárcel.