jueves, 1 de julio de 2010

Manuel Ferrer. En caso de crisis, ahorro

No faltan insensatos incrédulos que dudan de la capacidad de nuestros gobernantes para sacarnos del agujero donde la impericia de unos y la idiotez y la codicia de tantos nos han metido.

No hay motivo para la alarma. Ellos saben. Es cierto que algunas veces cometen pecadillos sin importancia, como el día en que tres ministros del Gobierno de España usaron tres Falcon distintos para viajar a Bruselas en el mismo día (unos 40.000 euros de gasto). Pero, ¿a que perdonamos de corazón ese pequeño desliz, conscientes de que nuestros dignos gobernantes saben lo que nos conviene en cada caso, y no se ahorran incomodidades ni esfuerzos por atendernos como Dios manda (si es que todavía puede pronunciarse el nombre de Dios sin que algún cantamañanas nos llame integristas)?

Además, a la vista tenemos el ejemplo del dadivoso Carod-Rovira que, en plena temporada de recorte de gasto público, se permite la humorada de entregar 600.000 euros para escuelas en Francia: todo porque el Rosellón es considerado por los nacionalistas catalanes la Cataluña Norte. ¡Qué caros nos salen estos hijos desnaturalizados!