
Sadik Abubakari era incapaz de imaginar cuando se levantaba a la salida del sol para cultivar cacao con su padre y sus hermanos -su madre los abandonó cuando él tenía cinco años- en Kumasi (Ghana) que se convertiría en actor del último anuncio de Carolina Herrera y que le atosigarían con las entrevistas. Lo que sí sabe es que por aparecer en el spot le han pagado 600 euros y que todavía se encuentra en paro.