(ABC, 19 de diciembre de 2010)Nací en Siria, en Latakia, junto al Mediterráneo. Soy el fruto de todos los mestizajes que se cruzan en ese puerto. Crecí en el seno de una familia musulmana que respetaba los valores tradicionales. Pero pronto pude ir a Damasco a estudiar Arte, Lengua y Literatura inglesa. Allí consumé mi primera revuelta. Me enamoré de otro adolescente, un joven, como yo, pero cristiano. Nuestro amor fue una afrenta para nuestras familias. Pagué muy caro aquel amor. Me repudiaron, nos repudiaron. El amor entre una musulmana y un cristiano les parecía imposible.