domingo, 30 de enero de 2011

Y termina, por agotamiento, la vergonzosa lista de vergüenzas nacionales


35.- Pajín, Leire: en 2000 se coronó como la diputada más joven de España. Ocho años después, con 33 de edad, ya tiene derecho a una indemnización de 85.000 euros anuales del Estado. Recibe 5.500 euros al mes por su trabajo al frente del PSOE, tiene derecho al 80% de su sueldo como exsecretaria de Estado de Cooperación, 103.000 euros anuales con todos los complementos, a lo que hay que sumar 3.126 como senadora.

36.- Pensión de escándalo: los ex ministros mantienen durante dos años una pensión por cese de 58.000 euros anuales, cifra seis veces superior a la pensión media española. En la actualidad, cuatro exministros compatibilizan ese dinero con el sueldo de diputado: José Antonio Alonso, Fernández Bermejo, María Antonia Trujillo y Jesús Caldera.

37.- Prostitutas: un concejal de Palma de Mallorca gastó más de 50.000 euros en prostitutas y bares de alterne. En Estepona, varios miembros del ayuntamiento están siendo investigados por cobrar 42.000 euros a una red investigada por la Audiencia Nacional para abrir un local de alterne. En 2002, el exalcalde de Dolores (Alicante) fue condenado a seis meses de prisión por abonar la factura de un local de alterne, al que acudió con siete comensales.

38.- Regalos: no hay una ley concreta sobre los obsequios que pueden aceptar o no los políticos. Aquí nadie tiene obligación de declararlos. Se pueden quedar con ellos. Sin más.

39.- Solbes, Pedro: tras dejar la política en abril de 2009, el ex ministro de Economía se encontró con un retiro de unos 12.000 euros mensuales (una pensión de 2.725 euros por ser funcionario, su pensión vitalicia como excomisario europeo y otros 5.700 al mes como compensación, durante dos años, por exministro). A Solbes, pues, le esperaba una jubilación cinco veces mayor que la de cualquier español.

40.- Secretos: el oscurantismo sobre los gastos llega al absurdo. El Parlamento Europeo cuenta con una Oficina de Lucha Contra el Fraude. Sin embargo, sus informes son confidenciales y su contenido completo sólo es conocido por los parlamentarios. Los votantes pueden saber de las buenas acciones de los políticos, pero sólo La Casta conoce datos sobre el fraude.

41.- Sin límites: cada parlamento autonómico, diputación o ayuntamiento fija el sueldo de sus cargos electos, sin límite ni baremo alguno. José Bolarín, alcalde de Ulea (Murcia), con 900 habitantes, cobra unos 4.000 euros. El de Ricote, cerca del pueblo anterior, se lleva 40.000 al año en una población que no alcanza los 1.300 vecinos. Y la alcaldesa de Marbella, Marisol Yagüe, cobraba más que el presidente del Gobierno: 84.462 euros al año en un ayuntamiento que estaba en bancarrota.

42.- Taxis: la comodidad de sus señorías para hacer su trabajo es tal que el Congreso regala a los que no disponen de coche propio una tarjeta personalizada con un saldo de 250 euros mensuales para que viajen en taxi por Madrid.