(Editorial ABC, 1 de febrero de 2011)
El abandono escolar se disparó en España a lo largo de la anterior década hasta alcanzar al 31,2 por ciento de los jóvenes de entre dieciocho y veinticuatro años, más del doble de la media europea y sólo por debajo de la cifra registrada en Malta. Además de confirmar la crítica situación de un sistema educativo que el dogmatismo del Gobierno socialista no ha hecho sino empeorar, la UE revela que las listas del paro españolas son el destino último para la mitad de quienes dejan los estudios. La educación reaparece así como la base, cada vez más inestable y ruinosa, que a través del empleo dificulta la recuperación económica.
