(Pastorumba.com, 4 de abril de 2011)
Cuando Patricia Narváez tenía 15 años vivió la experiencia más fuerte de su vida: en un accidente automovilístico perdió a su madre y también el sentido de la vista.
Desde entonces, dice ella, empezó “a ver” la vida de una forma distinta y a tener una fe ciega en todos los proyectos que emprendió en la vida: el acostumbrarse a las tinieblas, a manejar los espacios sin tropezar, a leer textos en braille y a estudiar psicología.
Hoy, ese empeño la tiene como la primera mujer invidente que aspira a la Alcaldía de Pasto, una ciudad fronteriza de Colombia que hoy está en manos del “, pero que ella quiere administrar con la visión del Partido Verde.
Casada, con dos hijas y una destreza singular para bailar salsa, Patricia Narváez tendrá que lidiar con el antecedente de que ya otra ciudad, muy cercana a Pasto, le dio la oportunidad a un alcalde invidente: Cali eligió a Apolinar Salcedo en 2003, pero fue destituido por la Procuraduría por las irregularidades en la firma de un contrato para el recaudo de impuestos.
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