viernes, 7 de octubre de 2011

Javier Lozano ¿Arrepentirse es volver a la blasfemia que había antes de creer en Cristo? No puedo

(Libertad Digital, 27 de septiembre de 2011)

Indignación y desesperación. Es lo que sienten las organizaciones de derechos humanos y las comunidades cristianas, da igual la confesión, ante la última tropelía del régimen de los ayatolás en Irán, que ha condenado a muerte a un cristiano por ser cristiano. La realidad es tozuda y se empeña en dejar en evidencia ese invento español, y socialista, de la Alianza de las Civilizaciones.

La ideología ya es lo de menos. Es una cuestión de libertad. Si a principios de septiembre eran varios homosexuales los que murieron en la horca, es ahora un cristiano el que espera la muerte por el delito de apostasía.

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