lunes, 31 de octubre de 2011

Laia Sanz. No soy de emociones fáciles, pero en la meta del Dakar lloré


(ABC, 5 de octubre de 2011)

De las carreras de trial a las de enduro, pasando por el reto del Dakar. No se le pone nada por delante en el mundo del motor.

-Así han ido surgiendo las cosas, de forma un poco improvisada. Todo viene de que la base de la moto que se usa en el Dakar es la de enduro, aunque no sea exactamente la misma. Así que para preparar el rally me metí en la competición de enduro, resultó que me gustó, y podría ser un nuevo camino para el futuro.

-Tampoco hace ascos a los coches.

-Acabo de correr las 24 Horas de Barcelona, una carrera mítica. ¡Todo lo que va a gasolina me encanta!

-Remontémonos a sus orígenes moteros: al principio competía contra chicos.

-Es que cuando empecé ni siquiera me podía imaginar que después existiría el Mundial femenino de trial, porque no había nada. Y como solo estaban ahí los niños, yo corría con ellos y llegué a ganar un Campeonato de España en el que era la única chica. Soy alta y robusta, y entonces tenía la misma proyección que los chavales de mi edad.

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