Si hay alguien autorizado para hacer un diagnóstico del estado de la Universidad en España, ése es Alejandro Llano (Madrid, 1943), además, uno de los mejores filósofos de nuestro país. Llano ejerció de rector de la Universidad de Navarra. Es autor en este terreno de la enseñanza de un ensayo brillante, «Repensar la Universidad».
—¿Cómo valora el borrador de real decreto sobre fusiones y cierres de universidades? ¿Es novedoso?
—Es la primera vez que se plantea seriamente, por la crisis económica, y también debido a esa toma conciencia de un fenómeno muy preocupante: la creación indiscriminada de universidades. Porque una cosa que no se ha tenido suficientemente en cuenta es el hecho de que una buena Universidad es muy cara. Ha venido también la noticia a España de un fenómeno muy viejo, que es el los ránkings de universidades, y se ha advertido que no hay universidades nuestras entre los primeros cientos, apenas. Y se llega a la conclusión de que hay que hacer algo, puesto que se han creado universidades en sitios donde realmente no hacía falta o no había suficiente demanda.