miércoles, 1 de febrero de 2012

Manuel Ferrer. Si seremos idiotas

¿Es de recibo que recorte gastos en sanidad, educación y función pública un Gobierno como el de Cataluña que el año pasado gastó 32,8 millones de euros en su red comercial (veintisiete oficinas), sus cinco «embajadas» y sus delegaciones de promoción turística y cultural, y que este año -en un arranque de sobriedad- ha «limitado» ese presupuesto a 26,9 millones de euros?