viernes, 16 de marzo de 2012

Laura Marta. El último salto de una pionera

(ABC, 15 de febrero de 2012)

En las paredes de las piscinas Picornell de Barcelona todavía resuenan los rasgueos de la guitarra flamenca que acompañó a Gemma Mengual en su bautismo del éxito. En el lejano 2003, y con 26 años, esta barcelonesa sacó del ostracismo a la natación sincronizada en España y la convirtió en plata. Pero con sus primeros metales no solo abrió una puerta, sino que inventó un camino rompiendo una tradición impuesta por la técnica y la mecánica de las escuelas rusas. La fuerza de sus piernas, de sus giros, y sobre todo, la expresividad de sus ojos, su cara, sus gestos y su carisma, dentro y fuera del agua. Gemma Mengual creó una natación sincronizada donde la belleza artística se hizo eje central, y base para cosechar triunfos en cada competición. Creó una escuela paralela, y un camino por el que seguir cosechando triunfos.

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