miércoles, 5 de mayo de 2010

Hermann Tertsch. Otro desafío inaceptable

(Los Domingos de ABC, 25 de abril de 2010)

La joven Najwa Malha tiene 16 años, ha cursado todo lo que llevamos de año escolar en el colegio Camilo José Cela de Pozuelo. Sin ningún problema hasta hace unos días cuando se presentó de repente en clase con un pañuelo islámico, el hiyab, cubriéndole la cabeza. Se le recordó que el reglamento en este colegio impide a los alumnos tener la cabeza cubierta en clase, sea por gorras con visera, pañuelos, boinas o chisteras. Pero ella se negó a quitarse el pañuelo y no entró en clase. Faltó tiempo para que, no aquí, sino en Marruecos, -¡vaya casualidad!- surgiera la noticia del incidente que hablaba de persecución religiosa, discriminación y toda una letanía de improperios sobre la intolerancia en España. A Najwa le ofrecieron ir a otro colegio cercano en el que sí aceptarían el pañuelo en clase. Pero su padre se niega. Dice que su hija tiene que ir con pañuelo precisamente al colegio que tiene los estatutos que tiene y que impiden que acuda cubierta a clase. El padre, dirigente de una comunidad islámica en Pozuelo, dice que su hija ya nunca se quitará el hiyab y que acudirá al Constitucional. A la Federación Musulmana de España, que preside el inefable Yusuf Fernández, le ha faltado tiempo para anunciar que también lo hará.
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