(ABC, 20 de abril de 2011)
Barack Obama está ya de campaña electoral, por lo que su incumplida promesa de reformar las leyes de inmigración ha vuelto a su agenda. Si su triunfo en 2010 se apoyó, entre otros pilares, en la población hispana, el descontento de la comunidad latina por el récord de 393.000 deportaciones practicadas el año pasado ha hecho saltar señales de alarma en la Casa Blanca. Algunos dirigentes han amenazado con negarle el voto a Obama y fomentar el boicot a su reelección.
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