Tomás González-Martín.
(ABC, 11 de enero de 2010)
El éxito de Messi, Iniesta, Xavi, Busquets y Víctor Valdés ha revolucionado el fútbol español. Un grande, el Barcelona, ha triunfado en el mundo con el mimo de sus categorías inferiores. Es bueno, bonito y más barato. El éxito de esta apuesta, unido a la crisis económica, ha recuperado la obsesión por la cantera en todos los clubes.
Cinco imberbes menores de veinte años han debutado en Primera: Muniaín, San José, Aurtenetxe, Ibrahima y Cedric. Otras cinco promesas trabajan en Primera división a la espera de su oportunidad inmediata: Borja, Koke, Ramalho, Keko y Marcos. Una undécima estrella en ciernes ha consolidado la bondad de esta política: Canales. Debutante en 2008 a los 17 años, el racinguista es la joya de esta política.
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