Después de un agitado mes de abril, las posturas entre la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias y el alumnado de las escuelas oficiales de idiomas siguen enrocadas ante la cancelación de los niveles superiores de ruso, árabe y chino.
Las estériles movilizaciones ante las correspondientes sedes de Tenerife y Gran Canaria parecían diluirse con el primer jarro de agua fría de la Administración regional, el pasado 16 de abril. En esa fecha, el director general de Formación Profesional y Educación de Adultos, Manuel Jorge, confirmó la decisión de paralizar dichos estudios aduciendo motivos presupuestarios.
Sin embargo, la respuesta no se hizo esperar, y con un interminable archivador de casi 12.000 firmas, la coordinación de alumnos presentó sus pertinentes propuestas, aderezadas eso sí con nuevas protestas.