Cada día 3.000 personas intentan colarse por la frontera de México con EE.UU. Para llegar allí han tenido que recorrer miles de kilómetros en condiciones terribles. Sufren robos, abusos, palizas y, últimamente, secuestros. Grupos de sicarios los retienen para pedir un rescate a sus familias. Si no, los matan. Sin miramientos. El ‘sueño americano’ convertido en pesadilla.